¿Tu perro empieza a tener cierta edad y ya no se mueve como antes? Podría estar sufriendo un principio de artrosis, algo absolutamente normal cuando los años de tu amigo de cuatro patas empiezan a aumentar.
Ya no es tan ágil como antes, lo ves dolorido cuando tiene que subir las escaleras o bajar del sofá. Te gustaría ayudarlo a sentir menos dolor y que volviera a correr como antes pero no estás seguro de cómo hacerlo.
Reconocer los síntomas e intervenir a tiempo es crucial para evitar que vuestro perro sufra más de lo debido y que tenga repercusiones a largo plazo en su salud general.
¿Quién no querría seguir viendo a su amigo peludo correr, jugar, saltar y poder expresarse en todo? El dolor y el malestar causados por la artrosis pueden impedir que el perro disfrute con serenidad de sus actividades normales diarias.
¿Qué es la artrosis?
La artrosis es una enfermedad degenerativa que aparece con la edad tanto en humanos como en animales. Resulta especialmente molesta al desgastarse el cartílago entre las articulaciones, lo que provoca rigidez y dolor al moverse.
Los culpables de esta degeneración son los radicales libres, es decir sustancias tóxicas, producidas durante procesos metabólicos, que nuestro organismo neutraliza mediante el sistema antioxidante.
Las causas pueden ser:
- Envejecimiento: Con la edad, las articulaciones de los perros tienden a deteriorarse debido al desgaste natural del cartílago, lo que los hace más susceptibles a la artrosis.
- Displasia de cadera o codo: Estas afecciones hereditarias, comunes en algunas razas, pueden provocar una posición anormal de las articulaciones, causando un desgaste irregular del cartílago y provocando artrosis.
- Traumatismos o lesiones: Los accidentes, caídas o lesiones, como fracturas o distensiones de ligamentos, pueden dañar las articulaciones y contribuir al desarrollo de la artrosis.
- Obesidad: El sobrepeso puede ejercer una presión excesiva sobre las articulaciones, acelerando el desgaste del cartílago y aumentando el riesgo de desarrollar artrosis.
- Actividad física excesiva o inadecuada: El exceso o, por el contrario, la falta de actividad física puede afectar negativamente a la salud de las articulaciones. El entrenamiento intenso, sobre todo a una edad temprana, puede provocar microtraumatismos repetidos.
- Factores genéticos: algunas razas de perros, como los Labradores, los Pastores Alemanes, los Rottweilers y los Golden Retrievers, están más predispuestas genéticamente a desarrollar artrosis.
- Problemas de conformación: Los problemas estructurales congénitos, como la alineación anormal de las articulaciones, pueden causar un desgaste irregular del cartílago, lo que conduce a la degeneración y la artrosis.
- Enfermedades articulares preexistentes: Enfermedades como la artritis séptica o inmunomediada pueden inflamar y dañar las articulaciones, provocando cambios degenerativos.
Como puede deducirse de esta exhaustiva lista, la artrosis canina no depende necesariamente de la edad avanzada del perro, como se pensaba antes. Precisamente por ello, las medidas preventivas deben tomarse ya desde cachorro, tratando de minimizar los factores predisponentes.
Todos estos factores pueden afectar a la salud articular del perro y conducir a una degeneración progresiva que podría perjudicar su movilidad y su calidad de vida en general.
Cómo entender si tu perro sufre artrosis
Los síntomas de la artrosis en los perros suelen ser evidentes y reconocibles. Compartimos el día a día con nuestros amigos peludos, por lo que es muy fácil notar cambios en su comportamiento, incluso los más leves.
He aquí una lista de las señales de alarma más comunes:
- Rigidez y dificultad de movimiento: El perro puede parecer rígido, sobre todo por la mañana o después de largos períodos de descanso, y puede tardar más en levantarse o tumbarse.
- Cojera: Puedes notar que tu perro cojea o se inclina más por una pata que por la otra. Esto puede ser más evidente después de la actividad física.
- Reducción de la actividad y el ejercicio: El perro puede mostrarse reacio a salir a pasear, correr, saltar o subir las escaleras. Puede cansarse con facilidad o no querer jugar como antes.
- Dolor al tacto: Cuando acaricias o tocas las articulaciones de tu perro, éste puede mostrar signos de incomodidad o dolor, como gruñidos, aullidos o intentar alejarse.
- Hinchazón e inflamación de las articulaciones: Algunos perros con artrosis pueden desarrollar hinchazón o engrosamiento visibles alrededor de las articulaciones afectadas.
- Cambio de comportamiento: la artrosis puede hacer que el perro esté irritable o más ansioso de lo habitual. Puedes notar un cambio en su temperamento, especialmente si siente dolor.
- Lamido excesivo de las articulaciones: Algunos perros tienden a lamerse constantemente las zonas doloridas, tratando de autocalmar las molestias.
- Postura anormal: El perro puede adoptar una postura inusual para aliviar la presión sobre las articulaciones doloridas, por ejemplo, sentándose de forma asimétrica.
- Pérdida de masa muscular: La artrosis puede causar una reducción de la masa muscular, especialmente en las patas traseras, debido a la reducción de la actividad y al uso limitado.
Si notas uno o más de estos síntomas, es crucial consultar a un veterinario para obtener un diagnóstico preciso, que puede recomendar exámenes físicos, radiografías u otras análisis para confirmar la presencia de artrosis y sugerir un plan de tratamiento adecuado.
Veamos ahora dos tipos de enfoque en el tratamiento de la artrosis de nuestro amigo de cuatro patas. El primero farmacológico, el segundo natural.
Remedios farmacológicos para la artrosis en perros
Los remedios farmacológicos para la artrosis en perros tienen como objetivo reducir el dolor, la inflamación y mejorar la calidad de vida del animal.
En particular, los medicamentos más utilizados son:
- Antiinflamatorios no esteroideos (AINE): Estos fármacos reducen el dolor y la hinchazón bloqueando las enzimas que producen prostaglandinas, sustancias que causan inflamación.
- Analgésicos: Estos fármacos actúan sobre el sistema nervioso central para aliviar la percepción del dolor.
- Fármacos modificadores de las enfermedades osteoartríticas (DMOAD): estos fármacos, como la glucosamina y el condroitín sulfato, pretenden frenar la progresión de la artrosis protegiendo el cartílago y mejorando la salud de las articulaciones.
- Corticosteroides: pueden utilizarse para reducir la inflamación y el dolor en casos graves de artrosis. Sin embargo, debido a los posibles efectos secundarios a largo plazo, sólo suelen utilizarse a corto plazo o en situaciones específicas.
- Condroprotectores y suplementos: los condroprotectores y suplementos como la glucosamina, la condroitina, los omega-3, el MSM (metilsulfonilmetano), el colágeno y los suplementos de vitamina D suelen utilizarse como parte de un enfoque conservador para tratar la artrosis en perros. El objetivo de estos suplementos es proteger la salud articular, reducir la inflamación y mejorar la movilidad.
Tan útiles como pueden ser los fármacos para tratar la artrosis en perros, existen otros tantos remedios naturales que, a diferencia de los tratamientos farmacológicos, no tienen efectos negativos a largo plazo y no suponen un riesgo para el organismo del perro.
Veamos ahora cuáles son estos remedios naturales y cómo pueden ayudarnos a controlar la artrosis en nuestro perro.
Artrosis en perros: 5 remedios naturales
En este párrafo os proponemos cinco remedios naturales que puedes considerar en el tratamiento de esta afección.
Utilizar remedios naturales en lugar de farmacológicos para tratar la artrosis en perros ofrece una serie de beneficios y representa una opción más segura y sostenible, sobre todo a largo plazo.
Aquí tienes unas de las razones principales:
- Menos efectos secundarios: Los remedios naturales suelen tener menos efectos secundarios que los fármacos convencionales. Esto significa que el perro puede beneficiarse del tratamiento sin riesgo de reacciones adversas como náuseas, vómitos o diarrea.
- Apoyo a la salud general: Muchos remedios naturales no sólo alivian los síntomas de la artrosis, sino que también favorecen la salud general del perro.
- Menos estrés para el hígado y los riñones: Los fármacos antiinflamatorios y analgésicos pueden suponer un estrés para los órganos del perro, especialmente el hígado y los riñones, responsables de su metabolismo y eliminación. Los remedios naturales, en cambio, suelen ser más suaves y reducen la carga sobre estos órganos vitales, por lo que son una opción más adecuada para su uso a largo plazo.
- Personalización y flexibilidad del tratamiento: los remedios naturales ofrecen una mayor posibilidad de adaptar el tratamiento a las necesidades específicas del perro. Cada perro es único, y con los remedios naturales es posible adaptar las dosis y los tipos de tratamiento para conseguir los mejores resultados sin sobrecargar el organismo del perro.
Para perros con artrosis, elegir remedios naturales en lugar de medicamentos puede ofrecer una gestión más segura, sostenible y holística de la afección. Estos remedios no sólo ayudan a reducir los síntomas del problema, sino que también apoyan la salud general del perro, mejorando significativamente la calidad de vida a largo plazo.
Estos remedios naturales, si se utilizan de la forma adecuada, pueden ofrecer un gran alivio a los perros que sufren artrosis, mejorando su movilidad y la calidad de vida sin los efectos secundarios de los medicamentos convencionales.
Los cinco antiinflamatorios naturales para tratar la artrosis en perros que os proponemos son:
- Aloe vera: El aloe vera es conocido por sus propiedades calmantes y antiinflamatorias. Cuando se administra en forma de gel o zumo, puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor articular en perros con artrosis. También favorece la salud del sistema inmunitario y puede promover la cicatrización de los tejidos dañados, contribuyendo a mejorar la movilidad.
- Cúrcuma: La cúrcuma contiene curcumina, un potente antiinflamatorio natural que puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación articulares. Este suplemento se utiliza a menudo para perros con artrosis y otras afecciones inflamatorias debido a su capacidad para bloquear las moléculas y enzimas que causan la inflamación. La cúrcuma puede añadirse al alimento del perro en polvo o en forma de suplemento.
- Aplicación de calor: La aplicación de calor es un método natural que puede ayudar a aliviar el dolor y la rigidez de las articulaciones artrósicas. El uso de compresas calientes o almohadillas térmicas en las zonas afectadas puede mejorar el flujo sanguíneo, reducir la rigidez y favorecer la relajación muscular. Este tratamiento es especialmente útil en los días más fríos, cuando los síntomas de la artrosis tienden a empeorar.
- Bromelina: La bromelina es una enzima extraída de la piña, conocida por sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Es especialmente eficaz para reducir la hinchazón y la inflamación asociadas a la artrosis y puede mejorar la digestión y la absorción de nutrientes, contribuyendo a mejorar la salud en general. Está disponible en forma de suplementos que pueden administrarse a los perros bajo la supervisión de un veterinario.
- Aceite de CBD para perros: El aceite de CBD (cannabidiol) es conocido por sus potentes propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación de las articulaciones, mejorando la movilidad del perro y reduciendo el estrés y la ansiedad asociados al dolor crónico.
Pero ¿Cómo funciona exactamente el CBD en el tratamiento de la artrosis en perros? Averigüémoslo juntos en los párrafos siguientes.
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Cómo mejora el CBD la artrosis en perros
Esta acción natural es posible porque el CBD interactúa con el sistema endocannabinoide, presente tanto en humanos como en animales. El sistema consiste en endocannabinoides, receptores y enzimas. Se encuentra en el sistema nervioso central y periférico, por lo que llega a todos los órganos, incluida la piel.
Los endocannabinoides, cuando el cuerpo los produce en las cantidades adecuadas, sirven para garantizar el correcto funcionamiento de muchas funciones como la memoria, el estado de ánimo, el sueño, el apetito, el movimiento y muchas más. Cuando todo funciona como debería, hablamos de homeostasis. Ocurre, sin embargo, que el cuerpo no los produce en cantidad suficiente, por lo que los cannabinoides acuden al rescate.
Al tener una composición química similar, los cannabinoides compensan las deficiencias de los endocannabinoides. Al interactuar con los receptores CB1 y CB2, son capaces de tratar muchas afecciones, como la respuesta al dolor y la inflamación, el insomnio, las náuseas y los vómitos, las convulsiones y las enfermedades cardiovasculares, entre otras. Por lo tanto, devuelve al cuerpo a la homeostasis.
Por lo tanto, el CBD hace algo diferente a los medicamentos tradicionales. No se limita a adormecer los síntomas, sino que trata el organismo de raíz, eliminando el problema. En el caso del dolor, el cannabidiol también es capaz de tratar las formas crónicas, es decir, aquellas que persisten más allá de la causa.
¿Hay efectos secundarios del CBD para perros?
Los estudios realizados hasta ahora nunca han revelado efectos secundarios graves o incluso frecuentes. Esto ha llevado a los científicos a considerar que el CBD para la artritis canina es un tratamiento bastante seguro y bien tolerado.
Sólo en raras ocasiones se han producido efectos secundarios leves, como sequedad de boca, fatiga, cansancio y cambios en el apetito.
Si el CBD para animales es bien tolerado, ¿cuándo pueden aparecer contraindicaciones?
Pueden surgir efectos secundarios si tu perro ya está en tratamiento para la artrosis con medicamentos tradicionales y este entra en interacción con el CBD. En este caso, las dos pueden resultar ineficaces o tu perro podría experimentar molestias.
Para evitar que esto ocurra, aunque los efectos secundarios sean leves, siempre aconsejamos consultar a tu veterinario antes de administrar CBD a tu perro. Conociendo la situación clínica del animal y los posibles tratamientos en curso, podrá aconsejarte la solución más adecuada.
Lo mismo se aplica a la dosis. No todos los perros son iguales, lo que significa que la dosis tampoco puede ser universal. Dependiendo del peso, hay que dosificar miligramos del producto. Puedes seguir nuestras instrucciones sobre la dosificación de CBD para perros o pedir consejo a tu veterinario para mayor seguridad.
Conclusión
La artrosis canina es un fenómeno que afecta a muchísimos perros y les impide realizar actividades normales como correr, saltar, jugar o simplemente aceptar una caricia de su dueño.
A medida que la artrosis avanza, el perro podría mostrar signos de rigidez, cojera y reticencia a moverse, hasta el punto de rechazar incluso las actividades diaria que antes disfrutaba.
Por esta razón, es crucial que los dueños sean capaces de reconocer los primeros signos de malestar y sufrimiento que su amigo de cuatro patas está viviendo. Síntomas como una marcha más lenta, dificultad para levantarse después de descansar, vocalizaciones durante el movimiento o un cambio de humor pueden indicar que el perro sufre dolor articular.
La intervención precoz, bajo supervisión veterinaria, es esencial para evitar que la enfermedad empeore y mejorar la calidad de vida del perro. Un diagnóstico precoz permite adoptar el tratamiento adecuado. El diagnóstico precoz permite adoptar el tratamiento adecuado.