CBD y CBG juntos: ¿sí o no? ¿Cuáles son las diferencias?

El cáñamo contiene más de 100 cannabinoides diferentes, incluido el CBG, un componente clave que contribuye a la creación de THC y CBD, los cannabinoides más conocidos y estudiados. El interés por los cannabinoides no psicoactivos, como el CBD y el CBG, está en constante crecimiento debido a los posibles beneficios para la salud que pueden ofrecer sin los efectos psicoactivos típicos del THC.

Actualmente, el CBG es foco de muchas investigaciones por sus propiedades y la sinergia que puede crear junto al CBD, un fenómeno conocido como efecto séquito. Este efecto sugiere que la interacción entre el CBD y el CBG mejora mutuamente sus propiedades, lo que abre nuevas posibilidades para el uso combinado de estos cannabinoides.

En este artículo, explicaremos en detalle las características del CBG, los beneficios potenciales de su combinación con el CBD y los posibles efectos adversos, brindando una panorámica completa de este componente cada vez más estudiado.

¿Cuál es la diferencia entre CBD y CBG?

El CBD (cannabidiol) y el CBG (cannabigerol) son ambos cannabinoides presentes en la planta de cannabis, pero se distinguen en sus características estructurales y en la forma en que interactúan con la planta.

El CBD es uno de los cannabinoides más abundantes y estudiados, mientras que el CBG está menos presente y suele considerarse un “cannabinoide básico” o “precursor”, ya que de él derivan otros compuestos, incluidos el CBD y el THC, mediante reacciones enzimáticas durante el crecimiento de la planta.

Desde el punto de vista químico, el CBD y el CBG pertenecen a familias estructuralmente similares, pero el CBG-A (la forma ácida de CBG) se convierte en otros cannabinoides a medida que la planta madura, por lo que solo hay pequeñas cantidades en la planta madura. Esto hace que el CBG sea más raro y costoso de aislar, mientras que el CBD es más abundante y, por lo tanto, más fácilmente disponible.

Incluso a nivel molecular, los dos cannabinoides se unen de manera diferente a los receptores del sistema endocannabinoide: el CBD interactúa principalmente con los receptores CB2 y el CBG muestra acción en una gama más amplia de receptores, incluidos los receptores CB1 y CB2.

¿Qué es el CBG-A?

El CBG-A, o ácido cannabigerólico, fue identificado por primera vez en 1964 por el científico Y. Gaoni. Este compuesto representa uno de los primeros cannabinoides que se forman en la planta de cannabis y sirve como precursor de otros cannabinoides ácidos importantes. Durante la fase de maduración, gracias a la acción de enzimas específicas, el CBG-A se transforma en THC-A, CBD-A y CBC-A, conocidos por sus propiedades terapéuticas.

El CBG-A pertenece a la clase de los terpenofenoles, compuestos presentes en el cannabis que se distinguen por su estructura química y su amplio potencial de aplicación. En particular, el CBG-A contiene un anillo fenólico con propiedades antibacterianas y antimicrobianas, mientras que sus dos cadenas lipofílicas (la cadena n-alquilo y la cadena terpénica) le confieren al compuesto una baja solubilidad en agua, lo que facilita la penetración en los tejidos. Estas características hacen del CBG-A un elemento de interés para la investigación farmacológica, dada la posibilidad de utilizarlo para tratamientos dirigidos e innovadores.

Propiedades del CBD

El CBD es uno de los cannabinoides más estudiados y utilizados en el cannabis ligero, conocido por sus propiedades terapéuticas y por la falta de efectos psicoactivos, a diferencia del THC.

Debido a estas características, el CBD es ampliamente utilizado en el campo médico y del bienestar por sus muchos beneficios. Entre ellos, destacan los siguientes:

• Antiinflamatorios: El CBD modula la respuesta inflamatoria del cuerpo al interactuar con el sistema endocannabinoide, específicamente con los receptores CB2 ubicados en las células inmunes. Esta interacción es capaz de reducir los procesos inflamatorios, reduciendo la liberación de citocinas y otras moléculas proinflamatorias.
• Analgésicos: El CBD tiene propiedades analgésicas debido a su capacidad de actuar sobre los receptores vanilloides y los receptores del dolor presentes en el sistema nervioso central y periférico. A través de esta interacción, el CBD es capaz de reducir la percepción del dolor, lo que lo hace eficaz para afecciones de dolor crónico como neuropatía, migrañas y dolor articular.
• Ansiolíticos: El CBD puede reducir los niveles de ansiedad sin causar efectos secundarios significativos, como somnolencia y adicción. Actúa sobre los receptores de la serotonina, favoreciendo un estado de calma y estabilizando el estado de ánimo.
• Antipsicóticos: El CBD puede estabilizar la actividad de los neurotransmisores en el cerebro, lo que demuestra ser prometedor como tratamiento complementario para afecciones psicóticas como la esquizofrenia y el trastorno bipolar.
• Antiemético: El CBD protege las células del estrés oxidativo, neutralizando los radicales libres y ralentizando el daño celular. Esta propiedad antioxidante es preciosa para la salud de la piel, ayudando a combatir los signos del envejecimiento y manteniendo la integridad celular.

Propiedades del CBG

El CBG (cannabigerol), aunque menos conocido, está ganando atención por su potencial terapéutico único y por su papel que desempeña como precursor de otros cannabinoides, incluidos el CBD y el THC. A menudo denominada la “molécula madre” del cannabis, el CBG tiene importantes propiedades relacionadas con la salud:

Entre ellas se incluyen:

• Antibacterianas: Se ha demostrado que el CBG es particularmente eficaz contra las bacterias resistentes a los antibióticos, como el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM). La capacidad del CBG de interferir con los procesos vitales de las bacterias, sin dañar las células humanas, lo convierte en una alternativa prometedora a los antibióticos tradicionales en el ámbito clínico.
• Neuroprotectoras: El CBD ha demostrado un potencial neuroprotector a través de su acción estimulante de la neurogénesis y protectora de las células neuronales frente al estrés oxidativo.  Este cannabinoide puede ayudar a prevenir la muerte celular en los pacientes con enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer, Parkinson y Huntington.
• Antiinflamatoria: El CBG es conocido por sus propiedades antiinflamatorias, que se manifiestan a través de la regulación de la respuesta inmunitaria y la reducción de la inflamación en los tejidos afectados. Este efecto es particularmente beneficioso para afecciones crónicas, como la enfermedad inflamatoria intestinal y la psoriasis, mejorando los síntomas sin los efectos secundarios de los fármacos convencionales.
• Antiespasmódicas: El CBG ayuda a reducir los calambres y los espasmos musculares, característica que lo hace especialmente útil para afecciones que implican espasticidad muscular, como la esclerosis múltiple y algunas formas de epilepsia. Este efecto antiespasmódico ayuda a relajar los músculos y a mejorar la movilidad, proporcionando una mayor calidad de vida a quienes padecen estas afecciones.
• Estimulantes del apetito: Se ha demostrado que el CBG puede estimular el apetito, actuando sobre receptores específicos en el cerebro que regulan el hambre y el consumo de alimentos. Este efecto puede ser especialmente útil para quienes sufren pérdida de apetito debido a enfermedades como el cáncer o el VIH, o para quienes tienen trastornos alimentarios, ya que ofrece un apoyo natural para mejorar la ingesta de nutrientes.
• Hipotensor: Estudios preliminares sugieren que el CBG puede ayudar a reducir la presión arterial a través de la interacción con los receptores endocannabinoides que regulan la vasodilatación. Este efecto hipotensor puede favorecer la salud cardiovascular y reducir el riesgo de hipertensión, lo que convierte al CBG en una posible opción natural para quienes buscan mejorar el control de la presión arterial.

CBD y CBG juntos: consejos y consideraciones

A la hora de combinar CBD y CBG, es importante tener en cuenta ciertos aspectos para aprovechar al máximo el potencial de los dos cannabinoides. El uso combinado puede ofrecer mayores beneficios debido al efecto séquito, pero requiere prestar atención a la dosis, los efectos secundarios y las formas de ingesta. A continuación, encontrarás algunos consejos y consideraciones para un uso seguro y eficaz.

Dosificación

La dosis óptima de CBD y CBG puede variar según diversos factores, como:

• Peso corporal
• Experiencia con los cannabinoides
• Efecto deseado

En general, quienes se inician en el uso combinado de CBD y CBG, deberían empezar con una dosis más baja y aumentar gradualmente hasta encontrar la dosis adecuada.

Los estudios sugieren que el CBG puede amplificar los efectos del CBD, por lo que la ingesta combinada puede requerir cantidades menores que el uso de uno solo. Además, factores como el tipo de trastorno a tratar y la reacción individual al producto son elementos clave para determinar la dosis ideal.

Efectos secundarios

Aunque el CBD y el CBG suelen tolerarse bien, pueden presentar efectos secundarios, sobre todo en dosis elevadas. Los posibles efectos secundarios incluyen:

• Fatiga
• Sequedad de boca
• Dolores de cabeza
• Náuseas

La combinación de CBD y CBG puede exacerbar estos síntomas en algunas personas, por lo que es aconsejable controlar la respuesta de cada uno y reducir la dosis si ocurren efectos indeseables. Consultar a un médico antes de empezar es siempre una buena práctica, sobre todo para quienes toman otros medicamentos.

Beneficios

La ingesta combinada de CBD y CBG es apreciada por el efecto sinérgico conocido como “efecto séquito”. Esta interacción parece potenciar los beneficios de los dos cannabinoides, lo que ofrece una acción más completa.

Juntos, puede favorecer:

• Relajación
• Reducir la inflamación
• Aliviar el dolor
• Apoyar la salud mental en situaciones de ansiedad o estrés

Algunos estudios indican que la combinación de ambos puede incluso tener un efecto neuroprotector y favorecer la salud intestinal.

Modalidad de uso

CBD y CBG pueden tomarse juntos de formas diferentes, según las preferencias y las exigencias personales. Las opciones más comunes incluyen los aceites sublinguales, que permiten una absorción rápida, y las cápsulas, ideales para quienes prefieren una dosis precisa. Además, algunos prefieren el uso de vaporizadores o suplementos edibles.

CBD y CBG: ¿qué dice la ciencia?

Las perspectivas futuras sobre el uso combinado de CBD y CBG son prometedores, especialmente gracias al interés de la investigación en el efecto séquito, la sinergia natural que se genera entre estos cannabinoides.

Los estudios en curso están explorando cómo esta combinación puede amplificar los beneficios terapéuticos para diversas afecciones, entre ellas trastornos neurodegenerativos, inflamación crónica y problemas de salud mental. La acción neuroprotectora, ya observada por separado para el CBD y el CBG, podría ser especialmente eficaz en el tratamiento de enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer cuando se utilizan conjuntamente.

Además, se está investigando el uso combinado de CBD y CBG para controlar el dolor crónico y la salud intestinal, con aplicación potencial para afecciones complejas como la EII y la artritis. 

Con el avance de las tecnologías de extracción y el creciente conocimiento de la química de los cannabinoides, se espera que cada vez haya más productos específicos disponibles para aprovechar las ventajas de esta combinación, incluidos aceites altamente concentrados y cápsulas dosificadas. Estas perspectivas abren el camino hacia nuevos tratamientos naturales y ofrecen una alternativa más completa a los remedios tradicionales para muchas condiciones de salud.

Prodotti al CBD e CBG

Productos de CBD y CBG

Los productos de CBD y CBG, como los aceites de Amplio Espectro y Espectro Completo, ofrecen una gama de beneficios terapéuticos que dependen de la composición y del tipo de extracción utilizada. Los aceites de Amplio Espectro contienen varios cannabinoides, como CBD, CBG y otros compuestos beneficiosos de la planta de cannabis, pero excluyen el THC. Esto los hace ideales para quienes buscan efectos relajantes y antiinflamatorios sin riesgo de psicoactividad, perfectos para quienes desean aprovechar el efecto séquito sin el THC.

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Para intensidad media a alta, aceite de CBD 15% o 20%:

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