La ansiedad es un trastorno cada vez más frecuente en la sociedad contemporánea. Sentimos ansiedad cuando una situación excede nuestra capacidad de adaptación. Y entre el trabajo, la familia y el ritmo frenético de intereses y aficiones, el estrés es una condición que todo el mundo experimenta a menudo.

Precisamente porque, por desgracia, es un trastorno recurrente, muchas personas buscan soluciones para aliviar sus síntomas sin tener que adquirir fármacos que podrían tener efectos secundarios no deseados en el organismo. En este contexto, el interés por calmar la ansiedad sin atacar el organismo no deja de crecer.

Las posibles soluciones incluyen varias estrategias que, combinadas, pueden dar grandes resultados. Hablamos de cambios en el estilo de vida, técnicas de gestión del estrés, una dieta equilibrada, ejercicio, prácticas meditativas y tranquilizantes para la ansiedad totalmente naturales. 

La naturaleza ya contiene todas las respuestas a las preguntas y exigencias del hombre, pero, en la sociedad moderna, nos hemos olvidado de ella. Por eso es importante redescubrir las propiedades de las plantas y saber utilizarlas, porque permiten al organismo recuperar un verdadero equilibrio, a diferencia de los medicamentos de laboratorio que se limitan a calmar los síntomas de un trastorno. 

A lo largo de este artículo, nos adentraremos en el mundo de los tranquilizantes naturales contra la ansiedad y te ayudaremos a encontrar el más adecuado para tu situación. 

¿Cuáles son las causas de la ansiedad?

La ansiedad puede desencadenarse por una serie de factores complejos e interconectados, y su origen puede variar de una persona a otra. 

Veamos algunas de las principales causas e influencias que pueden contribuir a la ansiedad:

• Factores biológicos: aunque es poco probable que un individuo sano y feliz experimente ansiedad de forma innata, la genética puede desempeñar un papel en la predisposición. De hecho, se han encontrado desequilibrios químicos en el cerebro, sobre todo en lo que respecta a neurotransmisores como el GABA y la serotonina, que pueden influir en la ansiedad;
• Estrés: las situaciones estresantes prolongadas o excesivas, como acontecimientos traumáticos, presiones laborales o personales, cambios significativos en la vida o situaciones económicas difíciles, pueden contribuir a la ansiedad;
• Experiencias pasadas: como traumas o acontecimientos perturbadores, pueden tener un impacto duradero en el bienestar emocional;
• Afecciones médicas: como trastornos tiroideos, problemas cardíacos o neurológicos, pueden manifestarse con síntomas de ansiedad;
• Adicciones: el uso y abuso de sustancias como el alcohol, las drogas o el tabaco pueden contribuir;
• Factores ambientales: como la presión social, el aislamiento o la exposición a violencia o conflictos;
• Personalidad y estilos de pensamiento: las personas con ciertos rasgos de personalidad, como el perfeccionismo o la tendencia a la autoevaluación crítica, pueden ser más propensas;
• Eventos desencadenantes: la ansiedad también puede surgir a causa de acontecimientos específicos, como una presentación en público, un examen o una situación social que cause preocupación.

A menudo, la ansiedad es una combinación compleja de muchos de estos factores y es importante tener en cuenta el caso individual cuando se intenta comprender y tratar el trastorno. 

¿Cómo calmar la ansiedad?

Antes de pasar a los tranquilizantes para la ansiedad, tanto farmacológicos como de origen natural, intentemos abordar el problema de forma holística. Como hemos mencionado antes, calmar la ansiedad requiere muy a menudo un enfoque multidisciplinar. 

Como cualquier otro trastorno, la ansiedad se desencadena por un factor. 

Si proviene del estilo de vida, es necesario cambiar los hábitos. Si se trata de pensamientos, hay que desarrollar un pensamiento positivo. Y, al mismo tiempo, ayudarse inmediatamente con tranquilizantes para la ansiedad. Por tanto, los tranquilizantes sirven para controlar el problema de inmediato, pero, para que el beneficio dure el mayor tiempo posible, es necesaria una transformación de la propia vida, del factor desencadenante. 

Aquí hay algunas tretas para calmar la ansiedad que puedes considerar:

• Respiración cuadrada: consiste en inhalar, retener, exhalar, y retener de nuevo durante cuatro segundos cada paso. Para ayudarte puedes imaginar que cada paso completa el lado de un cuadrado; 
• Ejercicio regular: incluso un paseo al día es suficiente;
• Meditación y mindfulness: hay muchas aplicaciones y recursos online que ofrecen guías para meditar;
• Relaciones sociales: no te aísles, hablar con amigos o familiares que tengan un enfoque positivo puede ser una importante fuente de apoyo;
• Evitar estimulantes: reduce el consumo de cafeína si consumes cantidades excesivas;
• Dieta equilibrada: evita las comidas excesivamente azucaradas y grasas, no abuses de los hidratos de carbono; 
• Sueño adecuado: asegúrate de dormir lo suficiente, un sueño de buena calidad es esencial para el bienestar emocional.

Recuerda también que el manejo de la ansiedad es un proceso gradual y que se necesita perseverancia para ver resultados. Experimenta con diferentes estrategias para encontrar las que mejor funcionan para ti, pero sobre todo, es importante mantener un pensamiento positivo y entender que esto es solo una fase que pasará.

Medicamentos contra la ansiedad 

Los ansiolíticos suelen recetarse cuando la ansiedad es grave, debilitante o no responde a terapias no farmacológicas. Sin embargo, deben utilizarse bajo la supervisión de un profesional de la salud mental, como un psicólogo, y deben tomarse exactamente como se prescriben. 

Algunos de los medicamentos más utilizados para tratar la ansiedad son:

• Benzodiacepinas: principios activos como el Diazepam, el Lorazepam y el Clonazepam se utilizan a menudo para el tratamiento a corto plazo de la ansiedad;
• Antidepresivos: algunos antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), como la Sertralina, o los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN), como la Venlafaxina, se recetan para el tratamiento de la ansiedad, pero tardan en varias semanas en ver resultados; 
• Antidepresivos tricíclicos: incluyen principios activos como la Amitriptilina o la Clomipramina, pero suelen recetarse menos debido a sus efectos secundarios;
• Buspirona: está específicamente diseñada para el tratamiento de la ansiedad generalizada;
• Betabloqueantes: incluido el Propranolol, pueden utilizarse para controlar los síntomas físicos de la ansiedad, como la aceleración de los latidos del corazón o el temblor, pero no tratan directamente los síntomas psicológicos.

El problema es que los medicamentos para la ansiedad pueden tener efectos secundarios e interacciones con otros fármacos, por lo que es esencial consultar al médico para analizar las opciones disponibles y los riesgos y beneficios asociados con cada una.

Remedios naturales para la ansiedad

Hablemos por fin de los tranquilizantes para la ansiedad de origen natural, que no tienen los efectos secundarios de los medicamentos que acabamos de enumerar. Cada uno tiene su propio potencial para reducir el estrés, aliviar la agitación y promover una sensación de calma sin recurrir a sustancias químicas sintéticas.

Como decíamos, estos tranquilizantes naturales para la ansiedad no se limitan a eliminar los síntomas, sino que actúan a un nivel más profundo. La naturaleza intenta reequilibrar el organismo y devolverlo a sus ritmos normales para que el problema no se repita tan fácilmente en el futuro. 

Veamos los ansiolíticos naturales más comunes y eficaces que puedes encontrar fácilmente en el mercado. 

CBD

El CBD, o cannabidiol, es uno de los principales cannabinoides que se encuentran en el cannabis. A diferencia del THC, el CBD no tiene efectos psicoactivos.

Los estudios han demostrado que el CBD puede tener un efecto positivo sobre la ansiedad al actuar sobre varios sistemas del cuerpo, como el sistema nervioso central y el sistema endocannabinoide.

Es conocido por sus propiedades antiinflamatorias, analgésicas y, sobre todo en el caso de la ansiedad, por sus propiedades ansiolíticas. Al actuar específicamente sobre el sistema endocannabinoide del organismo, ayuda a regular el estado de ánimo, el sueño y la respuesta al estrés.

Magnesio

El magnesio es un mineral esencial que interviene en numerosos procesos biológicos del organismo, incluidos los relacionados con el sistema nervioso y el manejo del estrés. 

Una ingesta adecuada de magnesio puede ser beneficiosa para reducir los síntomas de la ansiedad, ya que influye en la actividad de la serotonina, reduce el cortisol, relaja los músculos, mejora el sueño y regula el ritmo cardíaco.

El magnesio se encuentra en alimentos como las verduras de hoja verde, las semillas y frutos secos, las legumbres, los plátanos, el pescado, el chocolate negro, los productos lácteos y el agua mineral. 

Aceite de pescado

El aceite de pescado es conocido por su alto contenido en ácidos grasos omega-3, como el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). Estos ácidos grasos omega-3 desempeñan un papel importante en la regulación del funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso y han sido objeto de estudios sobre su posible eficacia en el tratamiento de la ansiedad. 

Mejora la comunicación entre las células cerebrales, reduce la inflamación, mejora el bienestar emocional y puede ser un complemento a un enfoque terapéutico más amplio. 

Aunque parece ayudar, el aceite de pescado no debe considerarse un sustituto de los tratamientos recomendados por un profesional de la salud. 

Tilo

El tilo es una planta utilizada tradicionalmente por sus efectos calmantes y ansiolíticos; figura entre las hierbas tranquilizantes para el nerviosismo junto con la melisa, la valeriana, la manzanilla y la lavanda. Las variedades de tilo más utilizadas con fines medicinales son el tilo común (Tilia europaea) y el tilo plateado (Tilia tomentosa). 

Las partes de la planta que suelen utilizarse para preparar infusiones o extractos son las flores, las hojas y los brotes. 

Tiene un efecto calmante, reduce los síntomas físicos asociados a la ansiedad, como la tensión muscular y la irritabilidad, y mejora el sueño. 

¿Por qué elegir las gotas de CBD contra la ansiedad?

Hemos mencionado varios tranquilizantes para la ansiedad que pueden ayudar a reequilibrar el estilo de vida. En concreto, el CBD es el ansiolítico natural más completo de todos y también utilizarse por sí solo porque:

• Reduce la actividad de la amígdala, una región del cerebro implicada en la respuesta al estrés y la ansiedad;
• Aumenta la actividad del sistema nervioso parasimpático, responsable de la respuesta de relajación;
• Modula la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, que intervienen en el estado de ánimo y el bienestar.

Los científicos se han centrado en el aceite de CBD para la ansiedad y han logrado resultados alentadores. El aceite está disponible en diferentes concentraciones y formulaciones, para aquellos que buscan un fuerte sedante natural. 

Sin embargo, también existen soluciones más ligeras, como los caramelos de CBD para la ansiedad, que pueden utilizarse cuando se necesite, en cualquier momento y lugar. 

El aceite, sin embargo, sigue siendo el producto más completo y eficaz porque se puede elegir con el porcentaje de CBD adecuado para cada caso. 

Estas son algunas de las razones para elegir las gotas de CBD contra la ansiedad:

• Eficaz: una buena cantidad de CBD puede ser eficaz para reducir los síntomas de la ansiedad, como el nerviosismo, la inquietud y la dificultad para concentrarse;
• Seguro: el CBD es generalmente seguro y tiene pocos efectos secundarios;
• Cómodo: las gotas de CBD son una forma cómoda y discreta de tomar CBD;
• Fácil de usar: las gotas de CBD se pueden tomar debajo de la lengua o tragar.

Pero veamos más de cerca cómo usarlo correctamente. 

Cómo utilizar el aceite de CBD

Hemos dicho que es un producto extremadamente práctico, y lo es. 

A continuación te explicamos cómo puedes utilizar el aceite de CBD:

• Bajo la lengua: es la forma más eficaz y rápida de tomar CBD, las gotas ansiolíticas se aplican bajo la lengua y se dejan reposar durante 60 segundos antes de tragarlas, de esta forma el CBD se absorbe directamente en el torrente sanguíneo;
• Inhalación: puede inhalarse a través de un vaporizador;
• Comida y bebidas: se puede agregar a la comida y las bebidas para tomarlo de una forma más sabrosa y fácil.

La dosis de CBD necesaria para lograr los resultados deseados varía de una persona a otra. Es importante empezar con una dosis baja e ir aumentando gradualmente hasta conseguir los resultados deseados.

En general, se recomienda empezar con 1-2 gotas de aceite de CBD al día y aumentar gradualmente la dosis en 1-2 gotas cada 3-4 días.

El aceite de CBD es generalmente seguro, pero es importante comprarlo a un distribuidor fiable. También es importante consultar a un médico antes de tomar CBD, especialmente si estás tomando otros medicamentos.

Qué esperar del consumo de CBD

Algunas personas informan de una reducción significativa de los síntomas de ansiedad, con una sensación de mayor calma y relajación. Otros pueden no experimentar el mismo grado de beneficio inmediatamente. Es importante empezar el tratamiento sin expectativas excesivas, sino escuchando a tu cuerpo para entender si es el mejor remedio para tu caso.

Las dosis y las formulaciones pueden variar mucho, por lo que es esencial controlar cuidadosamente la respuesta y ajustarse en consecuencia. Además, consultar a un médico es crucial para garantizar un uso seguro y adecuado del CBD, especialmente si ya se está siguiendo otro tratamiento. 

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