Como ocurre con muchísimas flores y verduras, en el caso del cannabis es fácil oír hablar de flores macho y hembra. 

Ser capaces de reconocer las diferencias permite entender cómo cada flor puede afectar la calidad y la cantidad de la producción de cannabis.

Las flores hembra son las que sirven para el cultivo, ya que contienen concentraciones elevadas de cannabinoides como THC y CBD. Por el contrario, las flores macho producen polen que puede fecundar a las flores hembra, reduciendo la calidad de la cosecha.

Para tratar el tema con más precisión y con la debida consideración, demos un paso atrás. Empecemos por explicar, en primer lugar, cómo reconocer la flor de cannabis macho y la flor de cannabis hembra.

¿Cómo distinguir el cannabis macho del cannabis hembra?

Las flores de cannabis macho y hembra se diferencian principalmente por unas características visuales, como por ejemplo:

• Estambres y pistilos: en las flores macho hay estambres, es decir, filamentos con extremos que se hinchan para formar sacos polínicos. En las flores hembra, hay pistilos que aparecen, en cambio, como pequeños pelos finos;
• Estructura: las plantas de cannabis macho suelen tener hojas más escasas, menos ramas y un tallo más alto que las hembras. Las hembras, en cambio, tienen un follaje más desarrollado, muchas ramas y un tallo más bajo y robusto;
• Cogollos y resina: los cogollos de las plantas hembra son más ricos en resina, que contiene cannabinoides como el THC y el CBD. Esto las hace más adecuadas para usos recreativos o medicinales que las plantas macho.

Un pequeño truco para distinguir las flores hembra de las macho es prestar atención al olor. Las plantas hembra tienen un aroma más intenso, precisamente porque son más ricas en resinas. 

Características de las flores macho

Conocer las diferencias entre cannabis macho y hembra no sólo ayuda a los cultivadores de hierba legal, sino también a los aficionados al producto, a distinguir cuidadosamente las flores según su finalidad específica.

Las flores macho, desde el punto de vista de la función, tienen un papel crucial.

A diferencia de las flores hembra que producen las preciosas flores, las flores macho desarrollan sacos de polen conocidos como «bananas», situados en los nudos donde las hojas se unen al tallo.

Cuando maduran, los sacos se abren para florecer liberando polen, que el viento transporta para polinizar las plantas hembra. Este proceso es esencial para la reproducción, aunque puede suponer un problema para los cultivadores que deseen mantener sus plantas femeninas sin semillas.

No es casualidad que, en un cultivo legal de cannabis, la aparición de un macho se considere una amenaza y, por tanto, un error que puede acarrear pérdidas económicas nada desdeñables.

Cientos de plantas pueden ser polinizadas (y por tanto desperdiciadas) por una sola flor macho.

Características de las flores hembra

Desde el punto de vista funcional, las plantas hembra son incuestionablemente las protagonistas de las estrellas del negocio del cannabis índica y sativa. En la fase inicial de crecimiento, antes de que aparezcan las flores, las plantas desarrollan hojas con un número cada vez menor de puntas. 

Son ellas, como hemos visto, las que producen la valiosa resina rica en cannabinoides que tanto aprecian los consumidores en España y en todo el mundo. Esta resina viscosa es básicamente una defensa de la planta hembra para capturar y retener el polen macho.

Las principales propiedades de la resina son:

• Contenido de cannabinoides: como el THC (tetrahidrocannabinol) y el CBD (cannabidiol), que son los principales compuestos psicoactivos y terapéuticos del cannabis;
• Efectos psicoactivos y terapéuticos: como la relajación, la euforia, el alivio del dolor y la reducción de la inflamación;
• Aromas y terpenos: compuestos aromáticos que también contribuyen a los efectos psicoactivos y tienen propiedades terapéuticas por derecho propio;
• Protección de las amenazas ambientales: la resina no sólo retiene el polen, sino que también actúa como una especie de defensa natural contra los insectos y otros patógenos que podrían dañar la planta.

El hermafroditismo del cannabis

El hermafroditismo en el cannabis es un fenómeno en el que una planta desarrolla órganos reproductores de ambos sexos. 

Esto puede ocurrir por varias razones, entre ellas: estrés ambiental, genética inestable o interrupciones en el ciclo de luz durante la fase de floración.

Existen dos tipos de hermafroditismo en el cannabis, el natural y el inducido.

El primero, también denominado «genético», suele producirse de forma espontánea, ya que algunas variedades de cannabis pueden estar genéticamente predispuestas al fenómeno. En algunos casos, en cambio, el hermafroditismo natural puede producirse como resultado del cruce de plantas o de selecciones genéticas que no han sido completamente estables.

El hermafroditismo inducido, por otra parte, está puramente relacionado con el estrés ambiental.

Los cambios bruscos de temperatura, el riego irregular, la exposición a la luz durante el periodo de oscuridad o los daños físicos o químicos pueden favorecer el hermafroditismo. Se trata, por tanto, de una respuesta defensiva de la planta para aumentar sus posibilidades de reproducción en condiciones difíciles.

Las plantas hermafroditas, por lo tanto, pueden autopolinizarse, provocando una disminución en la calidad y cantidad de resina producida, que es lo que los cultivadores y consumidores desean por su contenido en cannabinoides.

El mundo del cannabis es, como mínimo, fascinante. 

La belleza de las inflorescencias se alterna con la utilidad beneficiosa de la planta.
Si estás interesado en saber más y experimentar de primera mano la utilidad de este maravilloso regalo de la naturaleza, echa un vistazo a todos los tipos de luz para cannabis en nuestra tienda online.