El hachís, también conocido como «hash», es una forma concentrada de cannabis que tiene una larga historia y un impacto significativo en diversas culturas de todo el mundo. Esencialmente, tanto el hachís como la hierba se derivan de la misma planta, pero difieren en su forma, composición química y método de consumo.

El diferente proceso de extracción de ambas sustancias afecta, en primer lugar, a la cantidad y calidad de los cannabinoides que estarán presentes en el producto final. 

La diferencia entre el hachís y la hierba también se refleja en su aspecto, sabor y efecto. Todo ello puede influir obviamente en la experiencia del usuario, con efectos más intensos y duraderos.

Por último, los métodos de consumo de hachís y hierba también pueden variar considerablemente. Las preferencias culturales, las tradiciones locales y las tendencias suelen influir en la forma de consumir estas sustancias.

El hachís, al igual que la hierba, tiene una historia compleja y ha sido objeto de debates legales, sociales y científicos en todo el mundo. Las opiniones y políticas relativas al hachís varían de un país a otro, y algunas naciones lo legalizan o regulan, mientras que otras lo prohíben o restringen severamente.

Podemos decir que el hachís representa una de las muchas formas de cannabis que han desempeñado un papel importante en la historia y la cultura humanas. Pero, ¿cuál es la diferencia entre el hachís y la hierba? Explorar sus orígenes, efectos e impacto nos brinda la oportunidad de comprender mejor el complejo mundo del cannabis y realizar compras con conocimiento de causa. 

Diferencia entre hachís y hierba

Hasta ahora, hemos entendido que estamos hablando de dos sustancias que proceden ambas de la planta del cannabis, pero aclaremos cuál es la diferencia entre el hachís y la hierba.

El hachís es una forma concentrada de cannabis que se obtiene mediante un proceso de extracción de las resinas de la planta. Este proceso aumenta la concentración de cannabinoides como el THC y el CBD, haciendo que el hachís sea generalmente más potente que la hierba en términos de efectos psicoactivos y terapéuticos. 

El aspecto del hachís suele ser más compacto y resinoso que el de la hierba, que consiste principalmente en flores y hojas secas.

Las diferencias entre el hachís y la hierba no sólo se limitan a la apariencia y la química, sino que también afectan a la experiencia del usuario. Debido a la mayor concentración de cannabinoides en el hachís, los efectos tienden a ser más intensos y duraderos que con la hierba. Sin embargo, el efecto exacto depende de la composición específica de cada variedad y de la sensibilidad individual.

En términos de impacto legal y social, el hachís y la hierba suelen compartir el mismo tratamiento normativo, pero hay casos en los que las leyes distinguen entre las dos formas de cannabis. Por ejemplo, en algunos países, el hachís puede estar sujeto a penas más duras que la hierba debido a su mayor potencia.

Así, tanto el hachís como la hierba se derivan de la misma planta de cannabis, sus diferencias en concentración, apariencia, a veces en métodos de consumo y efectos ofrecen una variedad de experiencias e implicaciones para los usuarios y las políticas gubernamentales.

Cómo son los niveles de THC en hierba y hachís

Los niveles de THC, el principal compuesto psicoactivo del cannabis, varían mucho entre las distintas variedades de hierba y hachís. En lo que respecta a la hierba, primero debemos hacer una distinción. En el caso de la hierba legal, o cannabis light, el nivel de THC se mantiene por debajo del 0,2% en los productos acabados para evitar alteraciones en el estado mental y garantizar un consumo seguro. 

Luego está la marihuana, o hierba ilegal, que puede tener un contenido de THC que oscila entre el 10% y más del 30%, con variaciones significativas incluso dentro de la misma variedad. Algunas variedades con alto contenido en THC se han desarrollado mediante selección genética para maximizar los efectos psicoactivos deseados.

En lo que respecta al hachís, el contenido de THC suele ser más elevado que en la hierba, ya que se trata de una forma concentrada de cannabis. Pero incluso en este caso, es necesario hacer una distinción: en el hachís legal, el nivel de THC se mantiene dentro del 0,2% para que sea seguro para los consumidores. 

En el hachís ilegal, los niveles de THC pueden superar el 40% en algunos tipos. Esta mayor concentración de THC es el resultado del proceso de extracción de las resinas de la planta, que tiende a concentrar los cannabinoides.

En los últimos años, estudios realizados en Italia han demostrado que existe una tendencia al aumento del THC en las variedades consumidas. Basándose en las incautaciones, las fuerzas del orden de Roma han observado que se ha producido un aumento del consumo de hachís con altos niveles de THC, lo que es muy arriesgado para la salud. 

Además de cannabinoides como el THC y el CBD, tanto la hierba como el hachís contienen una serie de otros nutrientes y compuestos químicos. Entre ellos se encuentran los terpenos, responsables de los aromas distintivos de las variedades de cannabis y que también pueden afectar a su experiencia, flavonoides, vitaminas y minerales, aunque en cantidades variables.

Los efectos de hachís y hierba

La diferencia de efectos entre el hachís y la hierba depende de varios factores, como la sensibilidad individual, la dosis, la variedad de cannabis y el contexto en el que se consume. 

Sin embargo, hay algunos efectos comunes asociados a ambas formas de cannabis:

• Efectos psicoactivos: en los productos legales no hay efectos psicoactivos, ni con la hierba ni con el hachís, pero esto es diferente para los productos ilegales que tienen un alto contenido de THC y pueden inducir euforia, sentimientos de felicidad, reducción de la ansiedad, alteraciones del tiempo y del espacio, y potencialmente alucinaciones en dosis altas;
• Relajación muscular: durante la investigación científica y médica, muchas personas han informado de una sensación de relajación muscular después de consumir tanto hachís como hierba;
• Aumento del apetito: este efecto es particularmente útil para aquellos que sufren de pérdida de apetito debido a condiciones médicas o tratamientos como la quimioterapia;
• Efectos sobre la cognición: el hachís y la hierba pueden afectar a las funciones cognitivas, aunque en distintos grados, si se consumen de forma consciente pueden aumentar la concentración y la creatividad, mientras que si se consumen de forma inconsciente o por menores también pueden causar un deterioro permanente; 
• Tratamiento del insomnio: en numerosos estudios científicos se ha demostrado que el cannabis favorece el sueño, ya que puede facilitar la fase de sueño profundo y prolongarla, además de calmar la ansiedad y el estrés, que se sabe que son obstáculos para un sueño de calidad; 
• Efectos terapéuticos: tanto el hachís como la hierba se han utilizado con fines terapéuticos para tratar una amplia gama de afecciones, como el dolor crónico, las náuseas, los trastornos del estado de ánimo y los trastornos del sueño; el CBD, presente en ambas formas de cannabis, es especialmente conocido por sus efectos terapéuticos tanto como el THC.

Recuerda siempre que los efectos del cannabis pueden variar mucho de una persona a otra y que un consumo excesivo o incontrolado puede provocar contraindicaciones.

¿Tienen efectos secundarios?

El hachís y la hierba, debido a la presencia de cannabinoides, se consideran sustancias naturales muy potentes. Durante las pruebas científicas, se han producido efectos secundarios leves y poco frecuentes al utilizar productos legales, es decir, con una composición considerada segura para el organismo humano. 

Los efectos secundarios pueden variar en función del individuo, la frecuencia de uso, la potencia de la sustancia y el modo de ingesta. Los efectos secundarios más comunes incluyen alteraciones de la percepción sensorial, dificultades de concentración, alteraciones de la memoria a corto plazo, sequedad de boca, alteraciones del apetito y, en algunos casos, ansiedad o paranoia. 

Con los datos científicos recopilados hasta la fecha, el punto fuerte de los productos legales del cannabis es que no crean adicción ni son adictivos. Por supuesto, no se puede decir lo mismo de los productos con un alto contenido de THC. 

El hecho de que el hachís tenga una mayor concentración de THC que la marihuana puede intensificar los efectos y los riesgos asociados. Las investigaciones sobre los efectos a largo plazo del cannabis siguen en curso, por lo que se recomienda precaución al consumir estas sustancias. 

¿Hachís y hierba son legales?

Desde 2016, el cultivo de determinadas variedades de cáñamo con fines industriales es legal, al igual que el uso médico del cannabis y el consumo de productos con CBD. Los productos de cannabis con bajo contenido en THC, el llamado cannabis light, son habituales en España. Sin embargo, cultivar el propio suministro de marihuana medicinal sigue siendo ilegal.

En cuanto a la hierba y el hachís legales, es muy importante saber que no está permitido el consumo directo de las distintas partes de la planta, sino que sólo es posible comprarlas para uso técnico o coleccionismo. También hay toda una serie de productos cuyo consumo es legal, como los comestibles y los de uso tópico.  

En España, el uso médico del cannabis es legal, mientras que la posesión de pequeñas cantidades para uso personal está despenalizada pero no es completamente legal. Se considera y se trata como una infracción administrativa. Mientras que la venta o el cultivo no autorizados pueden acarrear graves consecuencias legales. 
En cuanto a las afecciones que permiten el uso médico del cannabis, entre ellas se incluye una amplia gama de enfermedades como el glaucoma, el dolor crónico, la ansiedad, la esclerosis múltiple, las náuseas, las lesiones medulares, el síndrome de Tourette, el SIDA/VIH, la anorexia y la caquexia. Recuerda, no obstante, que el cannabis medicinal sólo puede ser recetado por un médico y adquirido en farmacias con receta.

¿Hachís legal y hierba legal son diferentes?

En España, la distinción entre hachís legal y hierba legal es principalmente una cuestión de terminología y composición del producto. La hierba legal se refiere a las variedades de cannabis con un bajo contenido de THC y un alto contenido de CBD, que no tiene efectos psicoactivos pero se valora por sus propiedades relajantes y terapéuticas. Estos productos son legales si el contenido de THC es inferior al 0,2% y se cultivan de acuerdo con la legislación europea sobre el cultivo de cáñamo industrial.

El hachís legal, por su parte, es un derivado concentrado del cannabis que se produce comprimiendo la resina de la planta. De nuevo, para ser considerado legal, el contenido de THC debe ser muy bajo, siguiendo los mismos límites que para la hierba legal. Sin embargo, debido al proceso de concentración, es más difícil para los productores de hachís legal mantener los niveles de THC dentro de los límites legales, lo que puede dar lugar a una mayor variabilidad en la legalidad del producto final.

En ambos casos, la legalidad de estos productos es objeto de debate y las leyes pueden variar en función de las interpretaciones regionales y los cambios en la legislación. A pesar de la disponibilidad de productos con bajo contenido en THC, la posesión, el consumo y la venta de cannabis con alto contenido en THC siguen siendo ilegales fuera de los contextos autorizados. 

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