El hachís es una resina derivada de la planta de cannabis, tiene un alto contenido en THC, por lo que tiene efectos psicotrópicos, pero existen variantes light y legales con un mayor porcentaje de CBD, una sustancia rica en fósforo.

En el vasto panorama de los productos relacionados con el cannabis, surge una sustancia fascinante y muy debatida: el hachís. Esta resina, obtenida precisamente de la planta de cannabis, tiene una historia antigua y una serie de misterios que captan la atención de estudiosos y aficionados. 

Pero, ¿qué es exactamente el hachís? ¿Qué efectos puede desencadenar en la mente y el cuerpo humanos? ¿Y cuáles son los riesgos asociados a su consumo? Estas preguntas abren un mundo de conocimientos que exploraremos a lo largo de este artículo.

Mientras las opiniones sobre el cannabis oscilan entre debates legales, médicos y sociales, el hachís se presenta como una pieza importante en esta discusión. En los párrafos siguientes, examinaremos más de cerca las características fundamentales del hachís, sus efectos sobre la psique y el cuerpo, y los riesgos asociados a su consumo. 

Fue descubierto por casualidad por agricultores de zonas como la India, Afganistán y Medio Oriente que, mientras cosechaban plantas de cannabis, se dieron cuenta de que la resina se les pegaba a las manos. Este fue el primer contacto del hombre con la sustancia, cuya relación ha evolucionado hasta nuestros días. 

Descubramos juntos cómo se relacionan el hachís y el cannabis y cuáles son sus efectos. Así no te confundirás entre las distintas soluciones que se derivan de una planta rica en propiedades para el ser humano.

¿Qué es el hachís?

El hachís es una sustancia psicoactiva que se obtiene de la planta de cannabis. Esta resina, normalmente de color oscuro y consistencia pegajosa, se extrae de las partes ricas en tricomas de la planta, unas pequeñas glándulas que contienen cannabinoides como el THC (tetrahidrocannabinol) y el CBD (cannabidiol). El hachís se ha utilizado históricamente en diferentes culturas con fines rituales, medicinales y recreativos, y tiene una larga y compleja historia que se entrelaza con las tradiciones de muchas sociedades de todo el mundo.

El hachís se puede consumir fumándolo, en los países donde este uso se considera legal, pero también se puede utilizar de otras formas, como en productos alimenticios o extractos. Debido al alto contenido de THC, el principio psicoactivo del cannabis, el hachís puede tener efectos que alteran la mente y el cuerpo. Las reacciones pueden variar de una persona a otra y los efectos dependen de factores como la dosis, la tolerancia y el estado mental del individuo, como veremos más adelante. 

A lo largo de los años, el hachís ha generado mucho debate sobre sus posibles beneficios y los riesgos asociados a su consumo. Mientras que algunos lo consideran una sustancia con un potencial médico y recreativo moderado, otros advierten de sus efectos secundarios y posibles problemas de salud, incluidos los relacionados con la adicción, la salud mental y los efectos a largo plazo.

Diferencia entre hachís y marihuana

Tanto el hachís como la hierba son derivados de la planta de cannabis, pero difieren en su forma, composición y método de producción:

  • Forma física: el hachís es una sustancia resinosa compacta, que a menudo se presenta en forma de pequeñas bolas o bloques, y está compuesta principalmente por los tricomas (las glándulas resinosas de la planta que contienen altas concentraciones de cannabinoides, en particular THC); la hierba, en cambio, está compuesta por las partes secas, floridas y trituradas de la planta de cannabis, incluidas las flores, las hojas y los tallos;
  • Composición: el hachís suele tener una mayor concentración de cannabinoides que la hierba, ya que se elabora a partir de los tricomas, que son especialmente ricos en ellos, lo que se traduce en un mayor potencial y unos efectos psicoactivos más intensos; la hierba tiene una concentración diferente de cannabinoides en función de la cepa y la parte de la planta utilizada, pero tiene niveles más bajos de THC, lo que la hace menos psicoactiva;
  • Método de producción: originalmente, el paso de extraer la resina de los tricomas de la planta para crear hachís se hacía manualmente, pero ahora también se utilizan sistemas como el agua helada; en cuanto a la hierba, existen diferentes métodos para extraer los cannabinoides de la parte de la planta como el uso de disolventes o CO2 supercrítico.

Ambos productos contienen cannabinoides como el THC y el CBD, que interactúan con el sistema endocannabinoide del cuerpo humano para producir una serie de efectos psicoactivos y terapéuticos. Sin embargo, las diferencias de forma, composición y método de producción afectan a la experiencia del usuario y a la intensidad potencial de los efectos.

 ¿Qué efectos tiene el hachís sobre el sistema nervioso?

El hachís, debido a su concentración de THC superior al 15%, se considera una sustancia psicoactiva que puede tener efectos significativos en el organismo del consumidor. 

Los efectos del hachís sobre el sistema nervioso varían en función de la dosis, la frecuencia de consumo y la predisposición individual, como ya se ha mencionado. En general, el hachís puede provocar alteraciones de:

  • Percepción: puede provocar alucinaciones, distorsiones en la percepción del tiempo y el espacio, y alteraciones en la consideración de uno mismo y del mundo que le rodea;
  • Pensamiento: puede provocar dificultades de concentración, problemas de memoria y dificultad para pensar con claridad;
  • Emociones: pueden provocar euforia, ansiedad, depresión, paranoia y psicosis;
  • Comportamiento: puede provocar un aumento de la impulsividad, un mayor riesgo de accidentes y un deterioro del rendimiento cognitivo.

La diferencia entre los efectos del hachís y la hierba radica precisamente en la concentración de THC, ya que es esta sustancia la que provoca mayores alteraciones cuando está presente en altos porcentajes. Por el contrario, el CBD no produce ninguna contraindicación. Por eso, los productos cannábicos con bajos niveles de THC son los elegidos por quienes quieren utilizar la planta con fines curativos o preventivos.

¿Existe riesgo de efectos a largo plazo?

El hachís puede tener efectos a largo plazo en el organismo. El consumo prolongado de hachís puede causar:

  • Déficits cognitivos: el consumo prolongado de hachís, especialmente en grandes cantidades, puede provocar déficits de memoria, dificultades de concentración y problemas de aprendizaje;
  • Trastornos mentales: puede aumentar el riesgo de desarrollar trastornos mentales, como esquizofrenia, depresión y ansiedad;
  • Adicción: puede causar dependencia, tanto física como psicológica.

También puede haber repercusiones físicas, como los efectos del hachís en los ojos. La sustancia puede provocar enrojecimiento, sequedad, irritación, problemas de visión e incluso glaucoma. 

Otros efectos físicos incluyen problemas respiratorios (como tos crónica, bronquitis y asma), cardiovasculares (que pueden provocar infartos o derrames cerebrales), reproductivos y de desarrollo cerebral en usuarios muy jóvenes. 

De todos los efectos a largo plazo que hemos mencionado, el más complejo de gestionar es sin duda la adicción. Esta es, de hecho, otra diferencia con la hierba, especialmente la hierba legal que tiene bajos niveles de THC. Pero veamos juntos cómo se puede gestionar el factor adicción y qué síntomas aparecen cuando se intenta dejar de fumar.

Síntomas de abstinencia

La abstinencia de hachís es una afección que se produce cuando se deja de consumir hachís tras un periodo de consumo prolongado. Los síntomas de la abstinencia de hachís pueden variar de una persona a otra, pero algunos de los más comunes incluyen ansiedad, depresión, insomnio, irritabilidad, pérdida de apetito, dolores de cabeza, sudoración y temblores.

¿Cuánto dura la abstinencia del hachís? La duración de los síntomas relacionados con la abstinencia, al igual que los efectos vistos anteriormente, varía de una persona a otra. La duración y la intensidad de la abstinencia dependen de varios factores, como la duración del consumo anterior, la cantidad consumida y la reactividad individual. En teoría, dura de dos a cuatro semanas. En algunos casos, los síntomas de abstinencia del hachís pueden durar más tiempo.

Antes de dejar de fumar hachís, es importante que hables con tu médico. Un profesional tiene las medidas necesarias para elaborar un plan para dejar de fumar hachís de forma gradual y segura y para controlar los síntomas de abstinencia.

Diferencia entre hachís y hachís legal

El hachís y el hachís legal difieren en términos de origen, composición y estatus legal. Como hemos visto a lo largo del artículo, el hachís tradicional es una sustancia psicoactiva derivada del cannabis que contiene altas concentraciones de cannabinoides como el THC. Suele estar prohibido por la ley en muchas jurisdicciones debido a sus efectos psicoactivos y a sus posibles implicaciones para la salud, que, con un consumo prolongado e intenso, pueden llegar a ser muy graves. 

Por otro lado, el hachís legal, que se clasifica dentro del gran grupo del “cannabis light” o “cannabis con bajo contenido de THC”, se produce a partir de variedades de cannabis que contienen niveles muy bajos de THC y concentraciones más altas de CBD. El CBD no tiene los mismos efectos psicoactivos que el THC, pero en cambio tiene propiedades terapéuticas. Para saber si un determinado producto es legal o no, es necesario comprobar la legislación del estado en cuestión. Los productos legales están diseñados para aprovechar las propiedades curativas de la planta sin poner en peligro la salud del consumidor.

Para seguir explorando las oportunidades que ofrecen el cannabis legal y los productos con CBD, le invitamos a descubrir la gama de productos de Maria CBD Oil. Desde aceites hasta cremas, hemos creado soluciones de alta calidad para aquellos que buscan los beneficios del cannabis sin los efectos psicoactivos del THC. Visita nuestra tienda online y prueba por ti mismo todas las opciones que ofrece el cannabis legal.

Artículos relacionados