Descripción
Los ingredientes de nuestra Infusión de CBD Resfriado:
Cáñamo: El cáñamo es una excelente fuente de ácidos grasos esenciales, entre ellos Omega-3 y Omega-6. Estos ácidos grasos son importantes para mantener un corazón sano y reducir la inflamación. El cáñamo también contiene altos niveles de vitaminas A, C y E, importantes para la salud de la piel y los ojos. Además, el cáñamo es una excelente fuente de fibra dietética, que puede facilitar la digestión y el control del peso. El cáñamo también es conocido por sus propiedades antiinflamatorias. Los estudios han demostrado que el cáñamo puede reducir la inflamación del cuerpo, ayudando así a combatir enfermedades como la artritis y el asma. El cáñamo también contiene altos niveles de antioxidantes, que pueden ayudar a proteger el organismo de los daños causados por los radicales libres.
Llantén: Por su acción antiinflamatoria, antibacteriana, antitusiva y expectorante, esta planta es muy utilizada en prsencia de resfriados y enfermedades de las vías respiratorias como tos y bronquitis.
Hinojo: El hinojo también es una buena fuente de vitamina C, que ayuda a reforzar el sistema inmunitario y a reducir la inflamación. Además, el hinojo es una buena fuente de potasio, que puede ayudar a bajar la tensión arterial y reducir el riesgo de ictus y otras enfermedades cardiovasculares. El hinojo también es conocido por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Esto puede ayudar a reducir el riesgo de ciertas enfermedades como el cáncer y la artritis. Además, las investigaciones han descubierto que el hinojo puede ayudar a mejorar los problemas digestivos, reducir el dolor y mejorar el sueño.
Flores de saúco: Las flores de saúco son ricas en propiedades beneficiosas, entre ellas su capacidad para ayudar a reducir el colesterol, bajar la tensión arterial y mejorar la circulación. Además, pueden ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares, reducir la inflamación y reforzar el sistema inmunitario. Las flores de saúco también son una buena fuente de antioxidantes, que pueden ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro y las enfermedades crónicas.
Toronjil: El toronjil contiene compuestos activos, como ácidos cafeicos, ácido rosmarínico, flavonoides y aceites esenciales como el citral y el geraniol, responsables de sus numerosos beneficios para la salud. Uno de los principales beneficios del toronjil es su efecto calmante sobre el estado de ánimo. Los estudios han demostrado que el toronjil puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés, mejorar el estado de ánimo y favorecer el sueño. En un estudio, los participantes que tomaron extracto de toronjil informaron de una disminución de los síntomas de ansiedad en comparación con el grupo de control.
Manzanilla: Según un estudio publicado en la revista Fitosofia, la manzanilla ha demostrado tener efectos beneficiosos sobre el Helicobacter pylori, las úlceras y la gastritis. La manzanilla reduce la producción de ácido, aumenta la secreción de mucina y prostaglandina E2, y también reduce los leucotrienos inflamatorios. Además, la manzanilla puede utilizarse como remedio contra la ansiedad y los problemas estomacales.
Flores de tilo: Las flores de tilo son ricas en compuestos polifenólicos que les confieren una acción antiinflamatoria. Estos compuestos son capaces de reducir la inflamación en tejidos y vasos sanguíneos, contrarrestando el desarrollo de enfermedades crónicas como la artritis y la aterosclerosis. Además, las flores de tilo se utilizan en casos de dolor de garganta por su capacidad para reducir la inflamación de las mucosas.
Jengibre: Uno de los principales beneficios del jengibre es su capacidad para aliviar las náuseas. El jengibre se utiliza desde hace siglos como remedio contra las náuseas y su eficacia ha sido confirmada por numerosos estudios científicos. Un estudio descubrió que el jengibre es eficaz para tratar las náuseas causadas por la quimioterapia, el embarazo y las enfermedades infecciosas. El jengibre también puede ayudar a reducir las náuseas causadas por enfermedades como la migraña, el mareo por movimiento y el mareo en el mar.
Eucalipto: En primer lugar, el eucalipto tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Aplicado sobre la piel, tiene un alto poder refrescante. También puede ayudar a relajar los músculos y mejorar el flujo sanguíneo a la zona afectada. Estas propiedades pueden ser útiles para tratar diversas dolencias, como el dolor de espalda, la artritis, los dolores musculares y los dolores de cabeza.
Ortiga: La ortiga también es conocida por su acción antiinflamatoria. Gracias a la presencia de sustancias como los ácidos grasos omega-3 y las ligninas, la ortiga contrarresta la inflamación de los tejidos y las articulaciones, ayudando a reducir el dolor y la rigidez. Por ello, la ortiga es útil contra afecciones inflamatorias como la artritis y el dolor muscular.
Tomillo: El tomillo es una planta con propiedades antibacterianas y antivirales. Gracias a la presencia de sustancias como el timol y el carvacol, el tomillo contrarresta el crecimiento de bacterias y virus, ayudando a prevenir y combatir las infecciones. Por ello, el tomillo es útil contra enfermedades como la gripe, la bronquitis y las infecciones del tracto urinario.
Menta: La menta tiene un efecto calmante sobre el sistema nervioso debido a la presencia de sustancias como el mentol y el eugenol. La menta puede reducir la ansiedad, el nerviosismo y el estrés, ayudando a promover un sueño más tranquilo y reparador.
Lavanda: La lavanda es una planta con propiedades antibacterianas y antifúngicas. Gracias a la presencia de sustancias como el linalool y el geraniol, la lavanda contrarresta el crecimiento de bacterias y hongos, ayudando a prevenir y combatir las infecciones. La lavanda puede utilizarse en aceites esenciales o productos cosméticos para combatir el acné, la dermatitis y otras afecciones cutáneas.
Cómo preparar una infusión perfecta
Pero, ¿cómo preparar una infusión perfecta que mantenga a la perfección todas las propiedades organolépticas y los aromas de la infusión que hemos elegido? ¡Descubrámoslo juntos!
Cómo preparar nuestra infusión con agua caliente
Para preparar una infusión caliente, sigue estos sencillos pasos:
- Llenar el infusor con nuestra infusión;
- Introducir el infusor en la tetera o taza elegida;
- Hervir agua en un hervidor o cazo;
- Verter el agua hirviendo en el recipiente donde se ha colocado el infusor;
- Cubrirlo con una tapa o un paño y esperar unos diez minutos;
- Retirar el infusor, dejar enfriar ligeramente y consumir la bebida resultante.
La mejor manera de conservar una infusión caliente
Hay que tener en cuenta que las infusiones calientes deben consumirse inmediatamente después de la extracción, ya que, al enfriarse, se desencadena un proceso de oxidación que provocará la pérdida de muchas de las propiedades organolépticas y aromas que contienen estas infusiones.
Uno de los mejores métodos para conservar todas las propiedades de nuestra infusión caliente es, sin duda, un termo.
Si no tienes un termo, también puedes utilizar una tetera equipada con un calentador.
Cómo preparar una infusión fría
Cuando llega el calor, nadie nos prohíbe disfrutar de una infusión fría, porque admitámoslo, además de su fresco aroma, también tiene propiedades para calmar la sed y es sin duda más saludable que muchas bebidas industriales azucaradas.
Para preparar una infusión fría, necesitamos utilizar el método Cold Brew, solo tienes que seguir estos sencillos pasos:
- Llenar el infusor con la infusión elegida;
- Llenar una jarra o una botella con agua fría o a temperatura ambiente;
- Colocar el infusor en la jarra o botella y cubrirla con un paño o una tapa;
- Dejar reposar la mezcla en el refrigerador de tres a seis horas;
- Retirar el infusor y conservarlo en el refrigerador hasta el momento de servir.
La infusión puede conservarse en el refrigerador hasta siete días y conservará todas las propiedades beneficiosas y gustativas de los ingredientes que hayas utilizado.
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